Un calato niño nació en el desierto y a pesar de los años nadie le habló de la prudencia ni de los mercados. Luego se convirtió en mí y tampoco pude escucharlo.

De repente una noche, en innoble contienda, fue en derrota mutilado, y desde entonces habla como si "mañana" tuviera solamente un significado.